VIAJE A RUSIA (Moscú-San Petersburgo)

* Decidimos viajar a Rusia. era un país que nos traía a la memoria el comunismo, el telón de acero, grandes desfiles militares en la mitica Plaza Roja, Lenin, Stalin, Siberia, El doctor Shivago, la Perestroika... También me recordaba de niño escuchado con mi padre Radio Moscú, con el volumen muy bajo para no traspasar las grandes ventanas de casa, aquellas utópicas noticias sobre el movimiento obrero en España. Cuánto hubiera dado por pasear con él por este país que tanto admiraba, aunque ya no fuera el mismo. Pero dejemos la nostalgia a un lado para adentrarnos en el viaje.

Teníamos la salida desde Madrid, así que aprovechamos y nos fuimos un par de días antes a la capital de España pera ver algún musical de los que somos muy aficionados. El elegido fue "Fama", espectáculo basado en la serie que con igual título se emitio por televisión en la década de los 80. Sus canciones y  bailes nos hidieron pasar una tarde divertida.

MOSCÚ

Después de cinco horas de vuelo hacia Moscú y de poner los rusos a prueba nuestra paciencia en el aeropuerto nos recibió la guía local. Elena tenía más de 50 años, era gordita, un poco encorbada y con  un tono de voz y forma de hablar aniñada; pronto se hizo querer por todo el grupo. Mientras viajábamos hacia el hotel nos comentaba cosas de Rusia hasta que se dejó caer si estábamos dispuesto a hacer una visita verpertina-nocturna a la ciudad. Todos dijimos que sí y después de pasar por el hotel para cambiarnos salimos. Un par de horas antes de las once, que era cuando anochecía, estábamos dando una vuelta por la movida calle Arbat. se trata de una calle peatonal, la más comercial del centro. Allí tiramos unas fotos a Pushkin y señora. Pushkin, poeta nacional, nacido en Moscú, fue un gran mujeriego hasta que encontró a la mujer de su vida, Natalia Goncharova. No vivió mucho después de conocerla pues murió a los 37 años en un duelo con un militar francés que se había propasado con ella.

Pushkin

Fuente de Natalia Goncharova

Matrimonio Pushkin

Nos encontramos a una familia de cine y nos hicimos una foto.

  
SEGUNDO DÍA
Después de un buen desayuno buffet, fuimos a conocer la ciudad. Para adquirir conocimientos que mejor que la Universidad Estatal.

Universidad

 
Nuestra profesora  (Elena) nos condujo después al corazón de la ciudad, la Plaza Roja. Tiene 695 m. de longitud y 130 m. de acho a lo largo del muro del Kremlin. En épocas anteriores en la Plaza Roja pasaban todo tipo de eventos. En la época soviética, las fiestas de la Revolución Socialista de octubre y de la Victoria en la Segunda Guera Mundial se conmemoraban desfiles militares. De 1555 al 1561 se construye la Catedral de San Basilio, frente a las que se leían los edictos del zar y se hacían ejecuciones. A mediados del siglo XVII la plaza se convierte en la más hermosa de la ciudad. Los Almacenes Estatales GUM es uno de los centros comerciales más grande de Rusia. Se abrió en 1893. Tenía mas de 160 tiendas antes de la revolución de 1917. Hasta el 1921 se encontraban diferentes organizaciones estatales. Después de una total reconstrucción en 1953 se vuelve a abrir como centro comercial. También da a la plaza el Mausoleo de Lenin y el Museo de Historia. 

Catedral de San Basilio

Almacenes GUM

Almacenes GUM

Museo de Historia

 Después de comer en un buen restaurante, ambientado en el costumbrismo ruso, entramos  en el Kremlin

Construido como residencia de Iván I, el Kremlin fue la residencia oficial de los zares hasta la revolución rusa de 1917. Actualmente sigue siendo la sede de la oficina del Presidente, significa Fortaleza. Abarca 28 hectáreas y esta rodeado por un muro de ladrillos rojos de 2235 metros de longitud, con numerosas torres. Vimos  bellas catedrales, la Campana de la Zarina y el Cañón del Zar.

Torre Toitskaya

Durante un gran fuego en Moscú en 1701 La Campana de la Zarina cayó y se rompió. Pesa más de 20 toneladas y su altura y diámetro son de 6 metros. El Cañón del Zar se fundió en 1586. Tiene una longitud de 5,34 metros, su calibre es 890 milímetros y su peso 40 toneladas. Jamás se disparó, era imposible que funcionase.

Para acabar la tarde fuimos al Circo, nunca mejor dicho Circo Ruso. En un recinto de carácter permanente vimos osos, monos, caballos, trapecistas etc., pasamos un rato agradable.

TERCER DÍA
Si ajetreado fiue el segundo día de estancia, no lo iba a ser menos el tercero. Un recorrido de arte nos esperaba: El Metro, Galería Tretiakov, Paseo en barco, Sergiev Posad y el Convento Novodevichi

"El metro empezo a funcionar en 1935. Actualmente son más de 10 líneas y transporta diariamente unos 10 millones de pasajeros. Cada estación es diferente, muchas son impresionantes. Cada una de ellas fue diseñada de manera suntuosa, pintura, mosaicos, estatuas de bronce... En los años de la Gran Guerra Patria 1941-1945 el metro servía a los moscovitas como protección segura contra los bambardeos" (Palabras de la guía).

Acariciar al perro dicen que da suerte.

 La galería Tretiakov es una pinacoteca que abarca desde iconos antiguos a expresiones modernas.

Fuente de cuadros

Dispuesto a entrar

Uno de sus cuadros

Después de las andanzas por el metro y un poco cansado de ver cuadros nos dirigimos al puerto para comer a bordo de un barco mientras navegábamos por el río Moscova. Después en la terraza hicimos bonitas fotos.

Monumento a Pedro I

Torre de los secretos

Jesús Salvador

Reposada la comida con las bonitas vistas nos encaminamos al centro espiritual ruso Sergiev Posad y al Convento Novodevichi.
Novodevichi a orilla del Moscova fue construido en los siglos XVI y XVII, es convento de monjas de clausura.

Iglesia y campanario

Sergiev Posad es conocida como el Vaticano ruso, pues es la residencia del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa en el mundo entero.

CUARTO DÍA
La última mañana de nuestra estancia en Moscú, antes de coger el tren para San Petersburgo, la aprovechamos para volver a dar la última vuelta y hacer las últimas fotografías.

Ante la tumba del soldado desconocido

Después del cambio de la guardia salimos de Moscú. El hotel donde estuvimos alojado fue el Korstom (4*S), se ecuentra adosado a un casino pero no jugamos a nada, aunque lo parezca.

 Era una maravavilla de hotel: moderno, lujoso y con un servicio que nos hacía sentir millonarios

Nos encaminamos con nuestra amiga la guía  hacia la estación del ferrocarril. Nuestra hora de salida era las 16,30 h. Teníamos por delante cinco de viaje hasta San Petersburgo. Mientras esperábamos para que comunicaran la vía  Elena nos advirtió de la presencia de cuervos grises, descuideros, haciéndonos formar un círculo con las maletas en el interior. Llegó la hora de partir y al despedirnos de ella le entregamos los 100 rublos por pareja que alguien se encargó de recoger. No paraba de dar las gracias, lo recogido era para ella el sueldo de un mes.
Esperábamos un tren antiguo pero no estaba mal, en cada asiento un picnic de la empresa nos dio la bienvenida.

SAN PETERSBURGO
LLegamos a una larga estación. Una chica del mayorista nos esperaba para llevarnos al hotel. Si el de Moscú era original e impresionante, este de ahora, Ambassador tampoco desmerecía.

   
QUINTO DÍA
Después de desayunar nos dispusimos a recorrer San Petersburgo. Es una ciudad que nos gustó mucho por sus monumentos, tambien hay muchas alegorías a la Segunda Guerra Mundial, ya que fue escenario de un horrible asedio. Un detalle de cómo es el alma de esta ciudad es que a pesar del hambre, el frío y las incontables víctimas del asedio los teatros y salas de conciertos no cerraron.

La Catedral dse San Isaac fue constrruida durante 40 años (1818-1858); más de 150 cuadros adornan las bóvedas, paredes y pilones. Cuenta con 62 mosaicos, columnas de mármol de varias partes del mundo y una enorme cúpula dorada. Su decoración es de malaquita, lápiz.lázuli, bronces...

Estatua de Pedero El Grande, creador de la ciudad

Cerca de la Fortaleza se encuentra dos Columnas Rostrales de 32 m. de altura, adornada con proas de barcos y estatuas que simbolizan los ríos más importantes del imperio ruso. Son antiguos faros que en los días de fiesta lanzan llamaradas de gas.

La Fortaleza de Pedro y Pablo se encuentra en una isla sobre el río Neva. Es la mejor fortificación militar del siglo XVIII conservada en Europa. Fue construida en el curso de la Guerra del Norte (1700-1721) contra los suecos, cuando fue fundada esta ciudad. Su uso fue hasta 1917 de prisión política. En la gran explanada situada en el centro de la Fortaleza se ubica la Catedral de los Santos Pedro y Pablo. En el exterior destaca la torre de 122 metros rematada por una aguja que sotiene una esfera con un ángel que sotiene una cruz y el reloj holandés que cada seis horas toca el himno nacional. Dentro se encuentra las tumbas de los Romanov, un total de 32, elaboradas en su mayoría con mármol blanco entre las que destaca la de Pedro I siempre adornada con flores frescas.

Después de ver la fortaleza fuimos a la impresionante Iglesia de San Salvador de la Sangre Derramada. Al pasar por un parque para observarla nos encontramos con una  simpática sorpresa. La catedral también es conocida con el nombre de la Catedral de la Resurrección. Fue construida en el año 1907, en el lugar donde en marzo de 1881 fuera asesinado el zar Alejandro II. Este zar entró en la historia rusa porque en 1861 liberó a los campesinos de la esclavitud, por lo que se le conoce como el "zar liberador". La catedral destaca por sus 300 mosaicos que se encuentra en sus paredes internas, más de 20 especies de mármoles traidos de diferentes lugares de Europa y cantidades importantes de piedras semipreciosas rusas. Durante la época soviética estuvo cerradsa (desede 1930 hasata agosto de 1997)

Típica boda rusa

SEXTO DÍA 
Después de desayunar nos llevaron al El Ermitage. Faltaba aún media hora para que abriera las puertas y ya se había formado una pequeña  cola que en poco tiempo sería ernorme. A la entrada, como en varios monumentos a donde fuimos, un grupo de músicos callejeros nos tocó algo español. Era el himno del Real Madrid a lo que comenté en voz alta ¡Si fuera el del Barcelona! al momento cumplieron el deseo.

El Ermitage. Es la gran joya de la ciudad y uno de los museos más grandes del mundo. Se reparte en cuatro edificios, entre ellos el antiguo Placio de Invierno, mandado construir por la zarina Isabel, hija de Pedro I. El lujo deslumbrante de sus salones y los tres millones de obras de artge darían semanas para verlo.

El Palacio de Invierno. Construido entre 1754 y 1762. Fue residencia real hasta la revolución de 1917 y entre sus estancias más lujosas sobresalen las salas del Trono y de Malaquita y la Escalera de los Embajadores. 

 Tras la visita de El Ermitage nos fuimos a comer. Al terminar nos esperaba una larga tarde de paseos y bailes.
Petrodvorets. Residencia de verano de Pedro I El Grande a 30 Km. de Sant Pertersburgo posee magníficos parques con 176 fuentes de diferentes formas y estilos, 4 cascadas, palacios majestuosos, numerosas estatuas doradas de dioses y héroes antiguos y una considerabale colección de esculturas y pinturas. Si bien nos conformamos con el exterior nos enamoramos del ·Versalles ruso"

A esta altura del viaje Rusia ya nos había cautivado. Para acrecentar aún más nuestra sintonía  con el país fuimos a ver un espectáculo de folklore. Disfrutamos con sus bailes y canciones,

SÉPTIMO DÍA
Pavlosky  Este palacio fue la última residencia de los zares, se encuentra a 32 Km. de San Petersburgo. Aunque no tiene la majestuosidad de los anteriores es un conjunto arquitectónico de mayor sencillez y quizás en ello esté su atractivo. El palacio, destruido en 1803 fue reconstruido. 

 
Después de comer y antes de llegar al hotel para preparar las maletas para el regreso nos paramos en el Palacio Yusupov, uno de los grandes duques rusos. Es famoso por ser el lugar donbde asesinaronb a Rasputín. Su interior nos da una idea de como vivía la nobleza.

Sala oriental

Teatro

Preparando la muerte de Rasputín

Le pusieron de comer solo y le envenenaron

FINAL
De esta manera. algo tétrica, dimos fin a nuestro viaje a Rusia. Fueron unos días llenos de sensaciones; habíamos estado en las ciudades míticas de Moscú y Leningrado y durante largos meses revivimos lo visto y sentido. Aunque una imagen se impuso por encima de otras... matrioshkas, matrioshkas, matrioshkas...